Cuando hablamos de crisis climática, no nos referimos sólo al aumento de las temperaturas. Hablamos de una serie de cambios rápidos y sin precedentes en los patrones climáticos de la Tierra, que incluyen no sólo el aumento de las temperaturas, sino también fenómenos meteorológicos más frecuentes y extremos como tormentas, olas de calor, inundaciones y sequías.
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que esta serie de acontecimientos ya no son sólo hipotéticos. Como prueba, 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, y los informes de desastres naturales en todo el mundo no hacen más que aumentar.
Por nombrar sólo una de las tragedias más recientes, Brasil está sufriendo una de las peores inundaciones de su historia. Desde abril, hay zonas en las que han llovido más de 30 centímetros en menos de una semana. La capital de uno de los estados brasileños, Porto Alegre, registró más de dos meses de lluvia en sólo tres días. Los aeropuertos y las estaciones de autobuses están cerrados, aislando las ciudades y dejando a sus habitantes sin comida, agua ni gas.
Este es sólo un ejemplo de cómo estamos viviendo la crisis climática creada a lo largo de muchos años. También es importante recordar que esta crisis afecta a todo el mundo, no sólo a países tropicales como Brasil. Según un informe realizado por la Universidad de Oxford, la mayoría de los países que se enfrentan al mayor aumento relativo de la temperatura se encuentran en el norte de Europa. La Dra. Radhika Khosla, coautora del informe, afirmó que en 2050 la demanda de energía para refrigeración será igual a toda la electricidad generada en 2016 por EE.UU., la UE y Japón juntos.
Cómo el veganismo puede ayudar
Cuando se habla de veganismo, mucha gente argumenta que una dieta basada en plantas garantiza que no se dañe a ningún animal para poner comida en tu plato. Sin embargo, en esta entrada del blog, exploraremos cómo el veganismo puede ayudar al medio ambiente de la Tierra, específicamente si el veganismo puede ayudar a resolver esta crisis climática.
En primer lugar, en el centro de la crisis climática está el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera de la Tierra, lo que provoca un aumento de las temperaturas. Como consecuencia, los patrones meteorológicos sufren cambios que provocan fenómenos meteorológicos extremos.
La producción de alimentos es responsable de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. La ganadería, sobre todo la vacuna, produce cantidades sustanciales de metano, un potente gas de efecto invernadero, al digerir los alimentos. La ganadería también requiere una cantidad sustancial de tierra, lo que conduce a la deforestación y, a su vez, libera el dióxido de carbono, otro gas de efecto invernadero, almacenado en los árboles.
Más allá de las ineficiencias en la conversión de los piensos, la ganadería también drena significativamente los recursos energéticos. La energía necesaria para cultivar, cosechar y transportar los cultivos forrajeros, junto con la energía necesaria para mantener las instalaciones ganaderas, supera con creces la energía contenida en los propios productos animales. En cambio, los alimentos de origen vegetal suelen necesitar mucha menos energía para su producción y transporte. Este uso ineficiente de la energía en la ganadería contribuye sustancialmente a las emisiones de gases de efecto invernadero, agravando el impacto medioambiental.
Reducción de la demanda
Al abstenerse de consumir productos animales, los veganos y vegetarianos desempeñan un papel crucial en la reducción de la demanda de la ganadería. Eso significa menos emisiones de gases de efecto invernadero, menos recursos utilizados y menos energía desperdiciada. Un estudio realizado por la Universidad de Yale, que analizó datos de más de 38.000 granjas, descubrió que las dietas basadas en plantas producen un 75% menos de gases que atrapan el calor y requieren mucha menos tierra en comparación con las dietas que incluyen al menos 100 gramos de carne al día. Estos resultados ponen de relieve el profundo impacto que las elecciones dietéticas pueden tener en la sostenibilidad medioambiental.
También existe un paralelismo entre la salud medioambiental y la personal en lo que respecta a estas dietas. En un estudio dirigido por investigadores de Harvard, los patrones dietéticos más saludables basados en plantas se asociaron con una mayor salud ambiental por requerir menos tierras de cultivo y fertilizantes que alimentos como los cereales refinados y las bebidas azucaradas.
¿Es el veganismo el camino hacia el futuro?
Y ahora, nuestra pregunta: ¿es el veganismo la forma de resolver la crisis climática? En primer lugar, es importante entender que el cambio climático también puede verse agravado por el consumo excesivo y la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, al reducir la necesidad de la ganadería, los veganos y vegetarianos están teniendo un impacto duradero. Puede que no sean capaces de resolver este problema por sí solos, pero sin duda pueden ayudar. En palabras del Dr. Scarborough, investigador de Oxford, «los pequeños cambios de ser un gran consumidor de carne a un consumidor bajo en carne pueden suponer una gran diferencia en el impacto medioambiental».
¿Quiere saber más?
Si quieres saber aún más sobre la crisis climática y su relación con una dieta basada en plantas, aquí tienes los enlaces a los estudios mencionados anteriormente:
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